La historia del café de las Islas
En las Islas Canarias, el café no es solo una bebida: es parte de la identidad. Su aroma suave y envolvente se ha convertido en un símbolo cotidiano que acompaña a locales y viajeros en terrazas al sol, sobremesas familiares y charlas entre amigos.
Un origen con historia
El café canario tiene raíces profundas. A través de antiguas rutas comerciales, los granos llegaron desde tierras lejanas y encontraron su hogar en los suelos volcánicos de las islas. Hoy se cultivan en plantaciones locales, donde el clima cálido y la brisa atlántica favorecen su crecimiento.
El arte del tueste
En Canarias, el café se tuesta artesanalmente, en pequeñas torrefacciones que cuidan cada detalle. Este proceso libera aromas únicos y da como resultado un café suave, equilibrado y con notas que evocan el paisaje isleño.
Más que una taza: una tradición viva
Disfrutar de un café en Canarias es conectarse con la tierra, con la historia y con la pasión de los agricultores que lo hacen posible. Ya sea un espresso, un cortado o un barraquito con leche condensada, cada sorbo es una celebración de la cultura local.
Consejo del blog: si visitas las islas, prueba un café canario en una terraza con vistas al mar. Te sorprenderá su sabor y el ritual que lo acompaña.